martes, 12 de febrero de 2013

TRASTORNOS AFECTIVOS Y DEL COMPORTAMIENTO


Los trastornos afectivos y del comportamiento pueden ser estudiados de dos perspectivas contrarias, una que es, personalista, donde se analiza el comportamiento humano, considerando éste como una serie de características individuales. O, por otra parte, situacionista, donde se considera que es el producto de las asociaciones que se establecen entre las respuestas del sujeto y las contingencias del ambiente.

Existen una serie de premisas para establecer que un comportamiento puede ser problemático:
  1. Un conjunto de conductas que en sí mismas no son <<patológicas>>, sino que reciben ese nombre en función de su exceso, defecto y /o desfase en relación con la edad del niño o niña.
  2. Que la actitud sea problemática comparándola con una norma de edad, ya que o que a una edad puede considerarse alterado, debe considerarse una actitud normal a otra.
  3. En la valoración que se haga, se debe tener en cuenta una serie de características del medio educativo, social y cultural al que pertenece el niño que está siendo evaluado, ya que la conducta es un factor muy dependiente del entorno.
  4. El comportamiento del que hablamos debe ser una pauta conductual estable, la cual debe estar presente al menos durante 6 meses o más, y sin llegar al extremo de los trastornos de un Síndrome, como podría ser el autismo.
  5. La conducta de la que hablamos, afecte de manera llamativa a la relación del sujeto con el medio social. Esto quiere decir, que la conducta que mantenga sea tanto alterada como alterante.
  6. Que interfiera de forma significativa en el proceso de desarrollo del alumno, como por ejemplo a la hora de la adaptación social.

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