lunes, 11 de febrero de 2013

La discapacidad intelectual


Para poder hacer referencia al término discapacidad intelectual, es necesario que nos remontemos a las concepciones que se han tenido de este aspecto a lo largo de la historia.
En primer lugar, debemos remontarnos a las antiguas culturas griegas y romanas, las cuales, a través del papiro de Tebas, fueron las primeras en hacer referencia al término “discapacidad intelectual”. Es importante destacar que en este momento se consideraba que estas personas no debían permanecer en la sociedad, por lo que se las sacrificaban. Es por esto que a esta etapa se le considera la “era del exterminio”.
Posteriormente, en la Edad Media algunas personas intentan dar cobijo a las consideradas con “discapacidad intelectual”(en este momento histórico este término no se utilizaba). Aunque muchas otras seguían considerando que eran personas poseídas por el demonio. Esta concepción acaba a partir del decreto llevado a cabo por Enrique II de Inglaterra, dónde se establece la protección de los entonces llamados “tontos naturales”.
No es hasta el S XVII y XVIII cuando se descarta por completo la idea de posesión demoniaca.
A partir del S XIX se lleva a cabo la primera clasificación de retraso mental, llevada a cabo por Howe, esta se basa en la siguiente clasificación:
  • Idiotas: masa de carne y hueso en forma humana.
  • Tontos: sólo un reflejo, apenas imperceptibles, de razón.
  • Simplones: es posible que consigan la orientación individual simple.
A partir de aquí ya entramos en el S XX, dónde la concepción poco a poco se acerca más a la actual. A continuación, haremos referencia a algunas de las definiciones que les dan los distintos autores.
Uno de ellos, fue Ireland (1900) dónde define la Idiocia ( que equivaldría al concepto de .discapacidad intelectual en la actualidad), como:“ deficiencia mental o estupidez extrema que depende de la desnutrición o de una enfermedad en los centros nerviosos, que se presenta antes del nacimiento o antes de la evolución de las facultades mentales, durante la niñez”.
Otros, como Zazzo (19960) añaden que el problema no radica en que el desarrollo no se lleve a cabo adecuadamente, sino en una evolución más lenta del mismo.
Es en 1992, cuando se lleva a cabo el modelo de “American Association on Mental Retardation” (A.A.M.R.). Éste propone una definición de retraso mental que supuso un cambio radical, alejándose de la concepción del retraso como característica del individuo, para hacer referencia a una idea basada en la integración de la persona y de su propio contexto. Dicha definición es la siguiente:
El retraso mental es una discapacidad caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa que se manifiesta en habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas. Esta discapacidad comienza antes de los 18 años”.
Además, dicho modelo se basa en 5 grandes dimensiones que hemos de tener en cuenta, estas son las siguientes:
  • Habilidades Intelectuales: Déficit en el desarrollo de las habilidades de razonamiento.
  • Conducta Adaptativa: Déficit en el desarrollo de las habilidades sociales, conceptuales y prácticas.
  • Participación, interacción, roles: Déficit en el desarrollo de las interacciones con los demás.
  • Salud física y mental: Déficit en el desarrollo físico y psíquico del propio niño.
  • Contexto: Déficit en el desarrollo de habilidades sociales con su entorno.
Los apoyos que se les pueden ofrecer a los niños que presenten esta discapacidad pueden ser de varios tipos, entre ellos encontramos los siguientes:
  • Intermitentes: apoyos ocasionales.
  • Limitados: apoyos que se llevan a cabo en un periodo de tiempo determinado.
  • Extensos: Apoyo continuado sin límite de tiempo.
  • Generalizados: Apoyos continuados en el tiempo y de alta intensidad.
Este modelo fue aceptado durante unos años, hasta que la Organización Mundial de la Salud en 2001, desecha el concepto de “retraso mental” y pasa a llamarlo discapacidad intelectual.
Es en este momento cuando la anterior A.A.M.R pasa a llamarse A.A.I.D.D (2010) (Asociación americana sobre discapacidades intelectuales y del desarrollo). Aceptando así el hecho de que el término retraso mental queda obsoleto, y apostando por el de discapacidad intelectual.
Es por esto, que la explicación actual de discapacidad intelectual se basa en la idea de que es importante tener en cuenta el contexto en el que se desarrolla el niño, además de enfatizar la importancia de los apoyos que debe aportar la sociedad en vez de la discapacidad en sí.

http://www.emagister.com/curso-psiquiatria-guia-psiquiatrica-ninos-adolescentes-10-11/deficiencia-mental-concepto 

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