Es muy importante contar desde la edad más temprana posible con un lenguaje que sirva como sistema efectivo de comunicación con los demás y como instrumento de su pensamiento. Dependiendo de ciertos factores, el desarrollo de cada niño o niña con pérdida auditiva será muy diferente. Los aspectos del desarrollo a los que suele afectar una discapacidad auditiva que se ha producido a edades tempranas, son: en el tratamiento escolar, apoyo y educación familiar, el momento y grado de la pérdida y recursos externos entre otros.
A continuación haremos un listado con las características de las diferentes discapacidades auditivas:
- Discapacidad auditiva leve (20-40 dB)
- El lenguaje no se ve afectado, y aparecen pequeñas alteraciones fonéticas.
- Dificultad para percibir la voz baja o sonidos lejanos
- Existen casos que la discapacidad auditiva es transitoria, a consecuencia de un proceso infeccioso.
- Discapacidad auditiva moderada (40-70 dB)
- Puede darse la existencia de un lenguaje empobrecido con problemas de articulación y de movilidad del paladar, lo que dará paso a una nasalización excesiva.
- También se darán alteraciones fonéticas y prosódicas.
- Presentarán problemas para percibir una conversación normal.
- Además, puede producirse un aislamiento social y dificultades comunicativas.
- Problemas en el seguimiento del currículum.
- Y, por último se puede producir algún retraso en el aprendizaje y dominio de la lecto-escritura.
- Discapacidad auditiva severa (70-90 dB)
- Se ven alterados el ritmo articulatorio y los elemento prosódicos del lenguaje.
- Percibirá solo sonidos intensos.
- Graves problemas en la comprensión y expresión del lenguaje oral.
- Problemas para estructurar el lenguaje.
- Será necesaria una adecuada adaptación protésica.
- En muchos casos, se usará la lectura labial, para compensar su dificultad comprensiva.
- Discapacidad auditiva profunda o sordera (más de 90 dB)
- Existen una serie de consecuencias de la sordera en el desarrollo cognitivo del alumnado.
- Desarrollo cognitivo se ve mermado debido al déficit informativo y a la falta de aprovechamiento de sus experiencias
- La escasa información que reciben, dificulta la comprensión y aceptación de normas.
- Presentan una serie de dificultades a la hora de planificar sus acciones y de reflexionar.
- Además, presentan gran dificultad para realizar tareas de abstracción, así como para formular hipótesis.
- La ausencia de un lenguaje interior, dificulta el desarrollo y la estructuración del pensamiento y del lenguaje.
Dentro de este mismo grado de discapacidad auditiva, encontramos una serie de consecuencias en el desarrollo de las funciones sensoriales y motoras, como son las siguientes:
- La pérdida de audición supone la carencia de un sentido fundamental, por lo que la visión cobra un papel primordial.
- Desequilibrio en su estructuración espacio-temporal
- Dificultad en la estructuración del tiempo y la apreciación del ritmo.
- Los procesos comunicativos de interacción entre el adulto y el niño con sordera son más pobres y su contenido se ve reducido, debido a la falta de dominio de un código de comunicación común para ambos. Esto supone una serie de consecuencias de sus actos, le falta información sobre el funcionamiento y las normas que rigen nuestra sociedad y los valores sobre los que sustenta.
- A veces, el alumnado con sordera va a presentar un comportamiento inadecuado, debido al desconocimiento y falta de información.
- La falta de dominio del entorno más cercano, producen como consecuencia, que los alumnos con esta lesión, se muestren desconfiado, egocéntrico, susceptible y en ciertas ocasiones impulsivo.
- Por parte de los padres, se puede llegar a producir una cierta permisividad, que puede llegar a perjudicar al niño.
- Las características de tono, intensidad, y nos permiten distinguir situaciones comunicativas de afecto, ternura, enfadado, etc.
- Por último, las lesiones en el oído interno llevan asociadas posibles alteraciones del aparato vestibular, es decir, que pueden tener problemas de equilibrio.
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